La terapia de pareja. Un espacio para la escucha y la mirada limpias. Para recuperar el encuentro desde el amor, descubriendo los aprendizajes del desencuentro.

La pareja es el espacio en que se da un vínculo amoroso consciente, una relación de amor y de aprendizaje continuo, de presencia y actualización, en la que afloran nuestras mayores luces y tambien las sombras más oscuras. Ya no se trata únicamente de un proceso de equilibrio interno y personal, si no que se trata de un proceso doble en que virtudes e infiernos de cada uno se van a poner en juego.

Las dificultades en el encuentro, en la intimidad, generalmente derivan en dificultades para sentirse satisfecho con la vida y muchas veces tienen también repercusión en la sexualidad (que es el espacio en que se juega la forma de encuentro de cada uno con el otro, con el placer, con la vida).

Así el redescubrir nuevas formas de encuentro. Redescubrir el placer, la sexualidad, las necesidades propias y de mi pareja. Las formas de comprender, vivir y expresar el amor, de las que tantas veces ni tan siquiera se es consciente. Y poder recuperar, expresar, de que forma es importante vivir la vida para cada uno.

Desde la terapia de pareja se trata de abrir un espacio en que poder aprender de uno mismo y del otro. En que descubrir como muchos de los grandes desencuentros tienen su base en “idiomas” diferentes, más que en cuestiones personalizadas, que casualmente encajan a la perfección con nuestras carencias, haciéndonos sentir objetivo de esos desencuentros. Así en el espacio terapeutico se busca el descubrir los aprendizajes de estos desencuentros, la conciencia de las propias acciones, necesidades y el descubrimiento también de la realidad de cada pareja. Un espacio para la mirada amorosa y para permitir que el vínculo regenere ese amor que a veces parece perdido, o ligado al dolor, ideales románticos… para poder llegar a un encuentro real, honesto, consciente… entre dos seres humanos adultos.